Tarjeta roja: la brecha salarial de género en el deporte femenino
En el último siglo, el deporte femenino ha dado pasos importantes. Anteriormente excluidas de los Juegos Olímpicos, ahora las mujeres participan en todos los eventos deportivos, lo que alienta la expansión y el entusiasmo en las ligas deportivas profesionales femeninas.
Si bien estos avances se celebran, la brecha salarial de género persiste en los deportes, ya que las deportistas femeninas ganan menos que sus homólogos masculinos. Desafíos como la desigualdad salarial y las limitadas oportunidades de patrocinio continúan afectando a los deportes femeninos, lo que hace que la retribución financiera de las deportistas femeninas quede rezagada con respecto a la de los hombres.
La brecha salarial de género existe en todos los sectores
La brecha salarial de género no se limita al deporte; es mundial y afecta a todos los sectores y ámbitos de la vida. Nuestra investigación en la Oficina de Equidad Salarial de Ontario revela que, en promedio, las mujeres de Ontario ganan 87 centavos por hora por cada dólar de los Estados Unidos que recibe un hombre, lo que hace que la brecha salarial de género sea del 13%. La brecha salarial de género es mayor para las mujeres racializadas, las mujeres recién llegadas, las mujeres con discapacidad, las mujeres indígenas y las mujeres trans.
Según un informe de Deloitte (Reino Unido), se prevé que los deportes profesionales femeninos generen la asombrosa cifra de 1.280 millones de dólares de los Estados Unidos en ingresos mundiales para 2024. Este estudio de 2023 realizado por RBC y The Collective subraya una importante brecha salarial entre los deportistas masculinos y femeninos, ya que los hombres reciben una remuneración aproximadamente 21 veces mayor que las mujeres. El potencial de los deportes femeninos para contribuir a la economía mundial es inmenso, y cerrar la brecha salarial de género podría impulsar aún más esta contribución. Además, factores como el embarazo, el parto y el envejecimiento contribuyen a que las mujeres experimenten una disminución significativa en sus ingresos profesionales.
Volver a centrarse en las mujeres deportistas
Los ingresos no relacionados estrictamente con la práctica deportiva, como los obtenidos de colaboraciones empresariales y comerciales, no son solo un complemento, sino una parte fundamental del éxito y la sostenibilidad. Las deportistas femeninas valoran mucho esos ingresos, que son básicos para reducir la brecha salarial de género.
En comparación, una deportista femenina recibe el 82% de sus ingresos de patrocinios, mientras que solo el 37% de los ingresos de un hombre proviene de esta fuente de ingresos. Este método maximiza los ingresos de los deportistas masculinos, pero pasa por alto el valor diferencial correspondiente a las deportistas femeninas. Si se combina con el registro de asistencia y audiencia, resulta cada vez más claro que los deportes femeninos son rentables, potencian los ingresos y atraen a seguidores fieles.
Aunque podemos celebrar los progresos realizados en los deportes femeninos, queda mucho trabajo por hacer hasta que la retribución de las mujeres se equipare a la de los hombres en todos los sectores laborales. Debemos seguir ejerciendo presión hasta que la participación de las mujeres deje de ser noticia porque se haya convertido en normativa. Esta es la labor que hacemos todos los días en la Oficina de Equidad Salarial de Ontario.