Día Internacional de la Igualdad de Pago – unidos, podemos construir un mundo de trabajo más inclusivo y justo

31 Aug 2020

La igualdad de género es un derecho humano fundamental, también clave para una economía próspera y moderna que genere crecimiento inclusivo y sostenible. La igualdad de género es esencial para garantizar que hombres y mujeres puedan contribuir plenamente en el hogar, en el trabajo y en la vida pública, para el avance de las sociedades y las economías en general.

Sin embargo, a pesar de decadas de logros en materia de educación y participación en el empleo de la mujer, legislación, medidas de política y activismo, las mujeres de todo el mundo siguen recibiendo una remuneración inferior a la de los hombres. A nivel mundial, la diferencia de ingresos entre hombres y mujeres se sitúa en torno al 20%. Incluso dentro del conjunto de países de la OCDE, ampliamente desarrollados, la diferencia de remuneración media entre los géneros sigue siendo del 13%. En este primer Día Internacional de la Igualdad de Remuneración, debemos reconocer que la igualdad de remuneración aún está lejos de ser una realidad.

La brecha salarial de género proviene de diversas causas. Parte está relacionada con el hecho de que, incluso en los países con mayor igualdad de género del mundo, el trabajo de las mujeres a menudo sigue siendo muy diferente al de los hombres. De hecho, a pesar de los notables progresos realizados por las mujeres durante el último medio siglo, las mujeres siguen trabajando a menudo menos horas, se encuentran en diferentes trabajos e industrias y disfrutan de menos antigüedad que los hombres. También son mucho más propensas que los hombres a interrumpir sus carreras o adaptar su trabajo remunerado por razones familiares y de cuidado.

Sin embargo, las diferencias de género en las carreras no explican las diferencias de remuneración. Una y otra vez, estudios realizados en todo el mundo han revelado que persisten importantes diferencias de remuneración entre género, incluso después de tener en cuenta las características del empleo y los trabajadores. Las nociones tradicionales sobre las aspiraciones y expectativas profesionales de la mujer contribuyen a la discriminación en la contratación y el desarrollo profesional, lo que ayuda a explicar por qué las diferencias de remuneración entre los géneros se amplían a lo largo de la vida y las mujeres corren un mayor riesgo de caer en la pobreza.

Se necesita un enfoque sólido, coordinado y polifacético que implique a una serie de partes interesadas si queremos abordar adecuadamente las múltiples causas de la brecha salarial de género. Los gobiernos, los empleadores, los sindicatos y otras partes interesadas reconocen cada vez más la importancia de lograr la igualdad de remuneración y la igualdad de género de manera más amplia. En las últimos decadas, muchos gobiernos de todo el mundo han reforzado la legislación contra la discriminación, han mejorado el acceso de las mujeres y las niñas a la educación y la capacitación y han introducido políticas favorables a la familia destinadas a garantizar que todos los hombres y mujeres puedan participar plenamente en el trabajo remunerado. Por su parte, muchos empleadores han empleado programas y prácticas destinados a erradicar la discriminación y apoyar las carreras de las mujeres, mientras que los sindicatos han ampliado sus prioridades en los procesos de negociación colectiva para incluir cuestiones de equilibrio entre el trabajo y la vida privada que son tan importantes tanto para las madres como para los padres.

El primer Día Internacional de la Igualdad de Remuneración se celebra mientras el mundo se enfrenta a la pandemia COVID-19, un acontecimiento fatídico que ha acentuado las desigualdades en el trabajo y en el hogar. De hecho, las mujeres han estado en el centro de la batalla contra COVID-19:

• Constituyen dos tercios del personal sanitario en todo el mundo, incluido el 85% del personal de enfermería y partería, y representan el 90% de los trabajadores de cuidados de larga duración en los países de la OCDE .

• La crisis amplificó la carga de trabajo no remunerado a las mujeres, ya que éstas asumieron gran parte del trabajo no remunerado adicional, causado por el cierre general de escuelas y guarderías.

• Las repercusiones económicas a corto plazo de COVID-19 afectaron especialmente a los sectores (por ejemplo, el alojamiento, la alimentación y las bebidas y los servicios de venta al por menor) que dependen de la interacción física con los clientes, muchos de los cuales son grandes empleadores de mujeres. Como resultado, las mujeres han sufrido de manera desproporcionada la reducción de las horas de trabajo y la pérdida de empleos en todos los países del G-20 sobre los que se dispone de datos.

En todo el mundo, casi 510 millones de trabajadores, o el 40% de todas las mujeres empleadas, trabajan en los sectores más afectados, incluidos los servicios de alojamiento y alimentación; el comercio al por mayor y al por menor; las actividades inmobiliarias, comerciales y administrativas; y la industria manufacturera.

Además, en los países en desarrollo, las mujeres son las trabajadoras más vulnerables de la economía no estructurada que no tienen acceso a la protección social ni a los planes nacionales de estímulo de COVID-19.

En total, COVID-19 amenaza con erosionar muchos de los logros alcanzados en materia de igualdad de género de las últimas decadas. Sin una acción afirmativa de todos los líderes del mercado laboral, existe el riesgo de que se inviertan décadas de arduo progreso hacia el empoderamiento económico de la mujer y la igualdad de género en el mundo del trabajo.

No tiene por qué ser así. Los encargados de la formulación de políticas, los empleadores, los sindicatos y otras partes interesadas deben colaborar para convertir la crisis de COVID-19 en una oportunidad para acelerar el cambio hacia la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor.

En este primer Día Internacional de la Igualdad de Remuneración, el EPIC organiza un evento virtual para intercambiar ideas y pruebas sobre cómo acelerar el cambio hacia la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor. Entre los temas que se discutirán se incluyen:

• ¿Cómo se puede mejorar las condiciones de empleo de los trabajadores de la salud y de la asistencia social para que se reconozca mejor su contribución a la economía y a la sociedad en general?

• ¿Cómo se pueden mejorar los datos sobre las diferencias de género en la fuerza de trabajo y el impacto sobre las políticas?

• ¿Cuál debería ser la prioridad política para los gobiernos, los empleadores de diferentes tamaños y los sindicatos?

• ¿Qué es lo que mejor funciona para mejorar la participación de la mujer en los puestos de dirección y liderazgo?

• ¿Cómo los modelos de conducta pueden contribuir de manera eficaz a generar un cambio de actitud hacia una mayor igualdad de género?

Asimismo esperamos que su país, organización de empleadores, sindicato, agrupación de la sociedad civil y/u otro grupo de interesados puedan unirse a nosotros en el EPIC y a nuestro llamado a la acción, ya que sólamente unidos podemos garantizar que la respuesta y los esfuerzos de recuperación conduzcan a la construcción de un mundo del trabajo más inclusivo y justo.

Para obtener más información y pruebas sobre las diferencias de remuneración entre los géneros, véase la sección de “recursos” en nuestras páginas web.